mercredi 19 août 2009
He pecado.Me he equivocado.
Y ahora ellos me persiguen.
No hay sonidos. No se escucha nada.
Solamente los pasos firmes de esas figuras que no logro distinguir y mi corazón. Si si, mi corazón.
Capas no escucho nada porque esta hundido en una adrenalina que jamás habia vivido y me impide escuchar todo lo demás.
No veo nada.
Es ahogante esta ausencia de luz.
No puedo ver mis manos, ni mis pies, ni el suelo y ni siquiera el cielo... estoy en la nada misma.
Porque siempre caigo y me sucede lo mismo?
Son esas preguntas que no encuentran respuesta.
Dios mío ayudame, las figuras negras con ojos de fuego me persiguen, me gritan, me llaman.
No, dios, no. Por facor no dejes que me lleven. He pecado, me he equivocado pero me arrepiento. No puedes darme tu perdon?
No hay respuesta...
Las piernas empiezan a temblar, a cansarse. Pero debo continuar.
Acá Dios no existe!
Tal vez para él yo no existo.
Me rindo.
Me entrego.
No hay esperanza.
No hay salida.
Libellés : Cronicas de una mente inspirada
3 El que pierde sentido de la orientación que compre una brújula y se la meta en el orto-